jueves, 26 de noviembre de 2015

LA BODA DE ALFONSO XIII

En la iglesia de San Jerónimo el Real de Madrid, conocida por la mayoría de los madrileños como Los Jerónimos, a las 11.30 de la mañana del jueves 31 de mayo de 1906 se celebró el enlace del rey Alfonso XIII con la princesa Victoria Eugenia Eva Julia de Battenberg. A las tres de la madrugada del mismo día se tocó diana en palacio para poner en marcha a la comitiva.

Con motivo de la celebración se realizaron numerosas obras de mejora y acondicionamiento, destacando la construcción de la majestuosa escalinata de acceso. 
Los ilustres invitados internacionales estaban encabezados por representantes de las principales casas reales: el futuro Rey Jorge V, el heredero de Austria-Hungría  Francisco Fernando, el heredero Luis de Portugal, el Duque de Génova, el Duque Bladimir de Rusia…

Boda de Alfonso XIII y Victoria Eugenia. Juan Comba (1923)
La ceremonia fue un espectáculo excesivamente largo, terminó a las dos de la tarde. Ocho caballos blancos tiraban de la carroza que llevaba a los reyes (pertenecía al reinado de Fernando VII), fue justamente en esos momentos, cuando Mateo Corral, anarquista reconocido, tiró una bomba al paso de la carroza. El artefacto fue lanzado desde una terraza del número 84 de la famosa Casa Ciriaco. 
Mateo Corral había alquilado la mejor habitación de la pensión. El artefacto se basaba en dos cajas de caudales que contenían fulminato de mercurio y ácido sulfúrico, que reventó entre las patas de los caballos causando una densa humareda que tardo bastante en disolverse.

Si bien los reyes salieron ilesos del atentado, se produjeron muchas víctimas entre el público. Los heridos gemían en el suelo, los caballos se desbocaron y llovieron cascotes, persianas y cristales rotos. Algunas víctimas murieron alcanzadas por la metralla, como la marquesa de Tolosa .Hubo 24 fallecidos y 107 heridos.  El Rey, visiblemente descompuesto bajo de la carroza amparando a la reina, en cuyo regazo había cristales de la ventanilla. Salió gritando: “No es nada…, que nadie se asuste… ¡Estamos ilesos!”. Subieron al coche de espeto y el monarca ordenó: ‘‘A palacio despacio, muy despacio’’.


Famosa fotografía del atentado, tomada por Mesoneros Romanos (1906).
Al llegar a Palacio, se suprimió formalmente el banquete nupcial, improvisándose colaciones para los presentes.  Sin embargo, es curioso destacar que la tradición del pastel nupcial, importada de Inglaterra, se inició en España con la boda del Rey don Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg. El conocido como wedding-cake de la princesa Victoria fue el primero que se vio en nuestro país y fue expresamente elaborado en Inglaterra con una masa que los reporteros británicos denominaban ‘‘mezcla real’’.

El gobierno también optó por suprimir algunos de los festejos programados, substituyéndose el baile de gala por una recepción sencilla en honor a los invitados extranjeros que se celebró el 2 de junio, cuando todas las víctimas mortales del atentado habían recibido sepelio.

Bodas de sangre fueron las de Alfonso XIII y Victoria Eugenia, no solo por las víctimas del intento de regicidio, sino también porque la reina transmitió a su primogénito la hemofilia, enfermedad que impedía al heredero hacer una vida normal y que frustró una solución a la crisis institucional tras el final de la Dictadura de Primo de Rivera imposibilitando la abdicación del Rey en el Príncipe de Asturias.


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