sábado, 28 de noviembre de 2015

TANTO MONTA, MONTA TANTO, ISABEL COMO FERNANDO

En el año 1475 Isabel y Fernando firmaron la Concordia de Segovia. El tratado asignaba los poderes que le correspondían a cada uno, ya que Isabel quedaría como monarca de Castilla y Fernando como monarca de Aragón, pero los dos tenían plenos poderes dentro de sendos reinos.

 Retrato de la boda de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Anónimo (S.XV)
Esto no quita que  cada monarca, tuviese unos símbolos o atributos propios. El haz de flechas atadas con una cuerda correspondería a Isabel y el yugo con el nudo gordiano a Fernando. Precisamente es de ese nudo, de donde toma origen la expresión Tanto monta. Proviene de una leyenda que cuenta que Gordias, un campesino de la ciudad de Gordión (Ankara), llevaba a sus bueyes atados por un nudo tan fuerte que era imposible de desatar, se decía que quien consiguiera desatarlo, se haría con el poder de Asia.  Alejandro Magno fue uno de los muchos que intentaron desatarlo y tras no conseguirlo, decidió cortarlo con su espada, diciendo ‘‘Tanto monta (da lo mismo) cortar, que desatar’’. Más tarde tomaría el control de casi toda Asia.                      
Antonio de Nebrija le contó esta anécdota al Rey Fernando y a él le gusto tanto la historia, que adoptó el lema Tanto monta como propio.

Sin embargo, las mayores desavenencias de la pareja vinieron a causa del empeño de Isabel de hacer visible que ella era la reina de Castilla y que Fernando era tan solo el rey consorte, aunque le otorgara plena facultad de mando. De hecho, al morir Isabel, excluyó a su marido de la sucesión al trono de Castilla, nombrando como heredera a su hija Juana, pero Isabel sabiendo de la enfermedad que adolecía a su hija, nombró a Fernando regente de Castilla en caso de que Juana no se encontrase en plenas facultades para el gobierno y así fue.

Imagen con los símbolos de Isabel y de Fernando  (www.radioamlo.org).
Es sabido pues, que  el descubrimiento de América fue gracias al apoyo que Isabel decidió proporcionarle con los ingresos de la corona de Castilla a Cristóbal Colón, ya que Fernando decidió no prestar apoyo a está empresa. Por otro lado Fernando trató llevar a cabo como Rey  de Aragón,  acciones militares para recuperar la Cerdeña y el Rosellón y posteriormente la conquista de Nápoles, en estas acciones militares Castilla no participó.

Lo que este dicho (surgido en la década de los cuarenta del siglo XX), quiere decir realmente, es que lo mismo valía la palabra del Rey Fernando que la de la Reina Isabel, ya que ninguno sobresalía por encima del otro, en cuanto a decisiones que concernían a los territorios españoles en general. Claro está que en la jurisdicción de Castilla primaba la decisión de Isabel y en la de Aragón la de Fernando.

FUENTES:





No hay comentarios:

Publicar un comentario